La luz está bonita

Estoy mirando por la ventana. «Hay una luz muy bonita hoy». Me lo ha dicho mi amigo Rubén, antes fue mi profesor de fotografía, así que valoro mucho su conocimiento de la incandescencia. No sé cómo contarte esto, que llevo días con la luz encendida, sin apagarla. Si yo misma fuera una fotografía estaría sobrexpuesta. Me mantengo así por imperativo propio, en defensa del bienestar emocional de mi casa. Parezco un profesor de ritmos latinos retransmitiendo en abierto las 24 horas del día: cocino, leo, escribo, hago ejercicio, limpio mi casa, me preocupo por las tareas escolares de mis hijas, vemos una serie, horneamos pan, hacemos un curso gratuito de acuarela, visiono tutoriales de fotografía, aplaudimos, y así todos los días. Mañana más, mañana otra vez, otra vez con la luz encendida, otra vez sacando un diez en mi día, que solo tengo un deber: mantener el ánimo de mi tropa. Qué menos. Como si no fuera consciente de lo que sucede al otro lado de mi puerta.

            Lo que trato de decirte es que necesito, al menos hoy, atenuar el fulgor. Que no pasa nada por concederme estar triste o contrariada. Que tengo miedo. Quiero escribirte para no tenerlo. Vuelvo a equivocarme. No debería escribir para obtener consuelo. Pero estoy pensando que siempre lo hago, escribir, para verbalizar lo que no soy capaz de decir en voz alta. El calendario que cuelga en mi cocina se ríe de mí, está lleno de días con promesas que no se cumplieron, tiene escritos juramentos que no van a realizarse.

Mientras, veloz, al despertarme, tacho en rojo el día confinado ya pasado. Entonces pienso si volverán de nuevo las prisas de la mañana, los atascos, las reuniones ineludibles, los exámenes inaplazables, las compras compulsivas, los cielos contaminados.  Qué haremos mejor, más rápido: ¿aprender o desaprender?

Te sigo echando de menos. Sabes que puedo ver el faro herculino desde mi ventana. Se levantó en el siglo I de nuestra era, sigue en pie, a pesar de las inclemencias de la naturaleza, a pesar de la acción del hombre. Voy a buscar mi cámara, la luz está bonita.

 

Photo by Katerina Pavlyuchkova

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