Janet Hill Ilustración |
Voy comprendiendo que llevo el mar dentro. Como otras personas llevan la montaña. El océano ejerce su atracción sobre mi irremediablemente. Lejos, estaría en el exilio.
Hace una semana que no deja de llover, día y noche, noche y día. Mi amiga Yolanda me regaló un paraguas por mi cumpleaños y tengo que decirle que el estampado, precioso, le dice ideal al paragüero de la entrada de casa. Temporal. Lo habrás oído en las noticias, olas de siete metros. Me llaman desde lejos para saber si estamos bien. Lo estamos. A veces no sé si la lluvia cae del cielo o lo que moja mi rostro y empapa mis pantalones es el agua del mar empujada por el viento. La lluvia ya no me sorprende, la he acomodado entre mis rutinas.
Hoy empiezo a leer Los Pliegues de la tierra, de Anuradha Roy, Editorial Salamandra. La he cogido de la estantería de recomendaciones porque decía: compleja, sutil y políticamente incorrecta. No veo el momento de empezar.
1 Comentario
Fernando Luis Sabido Sevillano
febrero 12, 2016 de 10:38 am¿Sutil y políticamente incorrecta? Debe de ser compleja, no cabe duda 🙂
Un beso bonita.