Ayer nos pusieron braquets y digo nos pusieron porque parece que toda la familia los llevemos puestos. Andamos hablando bajito, comiendo despacio y a trocitos, sin pan de barra y con pan de molde. «Un par de días y ya no sabe ni que los lleva puestos», me ha dicho su dentista. Esta mañana nos hemos ido al cole con un paracetamol y una sonrisa.
Raina solo quiere ser normal. Pero una noche, tras una reunión de los scouts, se tropieza y se rompe los paletos. Los meses siguientes serán una tortura para ella: se verá obligada a pasar por una operación, ponerse brackets metálicos, llevar un horrible casco e incluso dientes falsos. Pero además tendrá que «sobrevivir» a un terremoto, a los primeros amores y a algunos amigos que resultan no serlo tanto.
Si de algo me siento orgullosa es de haber transmitido a mis hijas ese gusto por la lectura. Tantas veces salvada por los libros……
1 Comentario
Fernando Luis Sabido Sevillano
abril 29, 2016 de 10:03 pmMe encantó la frase de George Eliot 🙂