Pequeños fuegos por todas partes

Cuando no puedo escribir. Digamos ahora y desde hace unos días, que no me salen las palabras. Estoy como el carpintero sin madera, como una bailarina sin sus zapatillas de puntas. Atravesada por los afectos, paralizada por la distancia, incapaz de verbalizar lo que siente mi corazón. Hoy que llueven peces del cielo, cuando las sirenas ya han paseado por las calles gritando mi nombre, el tuyo, el suyo, el de todas nosotras:

Pequeños fuegos por todas partes. Eso pienso, eso leo. Las grietas que se abren en nuestras vidas, esas que creemos perfectas. Lo cuenta con sutileza la escritora norteamericana Celeste Ng.

En Shaker Heights, una tranquila y próspera zona residencial de Cleveland, todo está planeado, desde el trazado de las carreteras hasta los colores de las casas, incluso el triunfal futuro de sus vecinos. Nadie encarna mejor este espíritu que Elena Richardson, cuya vida se rige por un principio fundamental: jugar siempre dentro de las reglas sociales. La historia comienza cuando Mia Warren, artista enigmática y madre soltera, llega a esta idílica burbuja con Pearl, su hija adolescente. Mia lleva consigo un pasado misterioso y un desprecio por las reglas que acabarán amenazando esta comunidad tan cuidadosamente ordenada.

Hay algo que jamás nos igualará a nuestros compañeros, porque para ello somos dichosamente únicas: la maternidad. Se nos rompe el cuerpo para dar a luz y somos tan generosas que de inmediato entregamos a nuestros hijos a una vida que no nos pertenece. Se nos ensancha para siempre el corazón. Nuestro cuerpo alimenta la tierra. De la maternidad, principalmente, habla esta novela (editada por Alba Contemporánea) que no quiero contarte, quiero que leas. De todos los matices que hay en una mujer. De los hijos pródigos, de los que no lo son, de madres que cumplen o se saltan las reglas, de otras que abandonan y de las que luchan incombustibles. Del feroz instinto maternal pero “también del peligro de los que creen que llevar una vida convencional y planificada, puede evitar el desastre”

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